Nuestro cuerpo está compuesto por diferentes sistemas que requieren insumos para funcionar de forma adecuada. Esos insumos son las proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales y vitaminas que brindan a nuestras células, tejidos y órganos la energía necesaria para cumplir sus funciones.

El hierro es uno de esos componentes esenciales y su función en nuestro organismo es tan importante que su déficit o exceso nos puede generar complicaciones de salud.

¿Qué es el hierro?

El hierro es un mineral indispensable para la supervivencia no solo del ser humano, sino de casi todos los organismos vivos. El hierro a su vez es un bioelemento, que es la forma como se denomina a los compuestos químicos presentes en los seres vivos.

Dependiendo del origen del hierro que consumimos, este puede ser de dos tipos:

  • Hierro hem o hemínico: es el que se encuentra en las proteínas animales, especialmente en las carnes rojas y tiene un mejor nivel de absorción, alrededor del 25%.
  • Hierro no hem: es de origen vegetal. Se encuentra en mayor concentración en las espinacas, las lentejas, las habas, entre otros alimentos y se absorbe con mayor dificultad, tan solo entre el 1 al 10%.

¿Para qué sirve el hierro?

Para que el oxígeno que respiramos llegue a todas nuestras células, necesitamos la ayuda de dos proteínas transportadoras: la hemoglobina y la mioglobina. La hemoglobina es la responsable de llevar oxígeno a los tejidos, mientras que la mioglobina lleva el oxígeno a las células musculares.

Tanto la hemoglobina como la mioglobina son proteínas que en su interior tienen hierro, de allí que este componente sea esencial para que el organismo pueda cumplir con sus funciones básicas.

Por otra parte, el hierro interviene en otros procesos, como la producción de energía, la replicación del ADN (la generación de copias de material genético), la formación de hormonas, el proceso metabólico, entre otros.

Además, la presencia de hierro en nuestro organismo hace las veces de “escudo”, reforzando nuestro sistema inmune y protegiendo nuestra salud cardiovascular.

Durante el embarazo, la presencia de hierro es fundamental para el desarrollo y crecimiento de los órganos del feto, incluyendo el cerebro, por lo que su deficiencia puede generar graves problemas para la madre y su bebe.

¿Por qué es importante consumir hierro?

Además de las funciones que cumple el hierro como bioelemento esencial en el organismo, el consumo de hierro también aporta otros beneficios adicionales:

  • Aporta fuerza y vitalidad a la piel, uñas y cabello: esto es porque el hierro favorece la replicación celular.
  • Ayuda a ganar fortaleza muscular: el hierro transporta oxígeno a los músculos y con esto evita que se debiliten. Esto es importante para mantener la movilidad corporal y que todo nuestro sistema muscular esté activo y fuerte.
  • Contribuye con la salud cerebral: el consumo adecuado de hierro mantiene un correcto flujo de oxigenación en el cerebro, previniendo su deterioro y la aparición de trastornos cognitivos.
  • Previene la aparición de la anemia: la anemia ferropénica es un trastorno causado por la falta de hierro. Menos hierro significa menos oxigenación, lo cual puede llevar a padecer fatiga, falta de concentración y el debilitamiento del sistema inmune, favoreciendo la aparición de diversas enfermedades.

¿Qué alimentos contienen hierro?

  • Carnes rojas
  • Salmón
  • Atún
  • Mariscos
  • Pollo
  • Granos enteros (arroz integral, trigo, avena, mijo).
  • Verduras (espinacas, espárragos, brócoli, coles).
  • Legumbres (guisantes, soja, frijoles, habas)
  • Frutas deshidratadas (uvas y ciruelas pasas, albaricoques).
  • Cereales fortificados con hierro.

¿Qué pasa cuando hay un desbalance de hierro en nuestro organismo?

Tanto el exceso como el déficit de hierro puede generar complicaciones serias para la salud.

El exceso de hierro puede impedir la absorción de zinc, que es otro mineral esencial para el funcionamiento de nuestro organismo. Además, puede generar daños hepáticos y gastrointestinales (constipación, úlceras, náuseas, etc.)

Por otra parte, la falta de hierro genera la mencionada anemia ferropénica, que además de la fatiga y las molestias ya mencionadas, es especialmente delicada cuando se produce en mujeres embarazadas, ya que puede comprometer el correcto desarrollo del bebé.

Para asegurarnos un consumo adecuado de hierro es importante acudir al médico para constatar que los niveles de hierro sean adecuados según nuestras necesidades, tener una dieta balanceada y recurrir a la suplementación cuando haga falta.

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