Las heridas son lesiones que rompen la piel u otros tejidos del cuerpo. Incluyen cortaduras, arañazos y picaduras en la piel. Suelen ocurrir como resultado de un accidente pero las incisiones quirúrgicas, las suturas y los puntos también causan heridas. Las heridas menores no suelen ser serias, pero es importante limpiarlas bien.

Causas

Puede haber miles de motivos para tener heridas, desde un simple raspón hasta una descalabrada; desde una rasgada con una aguja hasta una abierta con arma punzocortante, pero todas tienen algunos puntos en común: 1. Son dolorosas en mayor o menor grado, 2. Provocan sangrado, que puede manifestarse desde unas cuantas gotitas hasta una hemorragia grave, 3. Al tener expuesto el tejido vivo desprotegido, pueden infectarse con gran facilidad, y 4. Todas requieren que el organismo a través de sus sistemas de autorecuperación, haga a la brevedad el esfuerzo de cerrar la herida, formar costra y reparar el tejido; fenómeno conocido como cicatrización.

Tipos de heridas

Aunque hay heridas de muchas formas, tamaños y profundidades, las podemos dividir en 4 tipos diferentes:

  • Menores: como rasguños, cortes, rozaduras y heridas un poco más profundas que suelen cicatrizar por si solas.
  • Lesiones: causadas por la fuerza, quemaduras, o cualquier tipo de impacto físico.
  • Herida quirúrgica: heridas provocadas por la cirugía, pueden ser de muchos tipos y tamaños.
  • Herida crónica: heridas que tardan en curarse o que vuelven a aparecer debido a una condición médica, como una úlcera.

¿Cuál es el tratamiento médico convencional para las heridas? Lo primero que por lo común hace la Ciencia Médica es lavar y desinfectar. Hay cientos de sustancias que se utilizan para este efecto; todas ellas potentes desinfectantes químicos que en su mayoría no son biodegradables; las más conocidas son los derivados del fenol, tinturas de yodo y de timerosal. El fenol es con mucho, uno de los más potentes bactericidas químicos; de hecho, es el estándar desde el cual se mide el poder de eliminación de bacterias. Nuestra misma Solución Herbal fue comparada con el fenol en un análisis bacteriológico y el resultado es que nuestra maravillosa Solución Herbal compite ventajosamente con el famoso fenol, al actuar contra bichos que causan infecciones tanto en la piel como dentro de nuestro organismo. (El fenol, por supuesto, no puede ingerirse.)

Todos los desinfectantes químicos hacen, lógicamente, sólo eso: desinfectan; pero no tienen por lo general la capacidad de ayudar a regenerar tejidos. Lo que es peor: la mayoría de los microbicidas químicos, de hecho, no sólo matan los microbios, sino también las células vivas expuestas en las heridas abiertas; lo que hace que nuestro organismo no sólo tenga que enfrentar la herida, sino también la muerte de las células que han quedado a la intemperie. Por esta razón, de casi todas las operaciones y suturas quedan por lo general cicatrices muy marcadas. En cambio, la Solución Herbal no sólo desinfecta eficazmente, sino que lejos de matarlas, ayuda a las células a regenerarse, cicatrizar y reconstruir naturalmente los tejidos.

La diferencia entre nuestra Solución y los bactericidas químicos es muy clara: los químicos, como tales, no saben diferenciar entre los bichos malos y los buenos como nuestras células o las defensas de nuestro organismo. Son simplemente venenos, cuya función es matar todo ser vivo, punto. En cambio, nuestra Solución Herbal sí sabe diferenciar: acaba con los bichos dañinos y ayuda a nuestras células y nuestras defensas. Hay una diferencia gigantesca entre utilizar bactericidas químicos y utilizar nuestra Solución Herbal en una herida: la cicatrización es mucho más rápida, la inflamación desaparece más pronto, no hay mayores complicaciones, no hay hinchazones y el tejido se regenera con una velocidad muy superior, por la ayuda que la misma naturaleza de la Solución presta a las células vivas para su recuperación total.

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Toda herida, desde simples raspones hasta gravísimos cortes con cuchillas industriales, pueden ser tratados con nuestra Solución, siempre exitosamente, siempre con ventajas por encima de los desinfectantes químicos. (Recordemos, sin embargo, que hay que tener en cuenta que la atención a una herida está relacionada directamente con su gravedad. No es lo mismo una simple cortadita que una cortada abierta y grande, que por no cerrar requiera ser atendida y cosida por un médico.) En caso de ser herida con hemorragia, lo primero lógicamente es detener el flujo de sangre; para esto en ocasiones puede ser suficiente simplemente con aplicar un algodón humedecido con nuestra Solución Herbal y presionar sobre la herida para que el flujo sanguíneo se detenga; en caso de haber una hemorragia más fuerte, puede ser necesario aplicar un torniquete o si es en una extremidad, ponerla en alto. Una vez lograda la cicatrización, la hemorragia habrá cedido por completo y comenzará la regeneración de los tejidos. Si la costra se desarrolla normalmente y no es arrancada hasta que se caiga sola, la herida tendrá buena oportunidad de haber cerrado sin dejar huellas ni cicatrices. Es conveniente no mojar frecuentemente la costra; para ello, si se encuentra en una extremidad, conviene cubrirse con una bolsa de plástico al bañarse, para evitar que se moje; si esto no es posible, durante este período conviene bañarse o mojarse lo menos posible, para dar mayor oportunidad a la costra de sanar más rápido y sin dejar cicatriz. En caso de que se cayera antes de tiempo, es conveniente reaplicar nuevamente un poco de Solución sobre el área de la cicatrización; con el objeto de ayudar a que, si es necesario, se haga nueva costra.

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