Caminar durante demasiado tiempo, caminar distancias muy largas, caminar sobre terrenos muy inclinados o con muchos desniveles o incluso caminar distancias cortas pero tener dificultad en el retorno venoso de las piernas o usar calzado inadecuado produce pies doloridos o cargados.
Un masaje relajante en los pies puede resultar muy beneficioso para relajar los músculos y aliviar tensiones. Para que sea efectivo es importante ejercer una presión más o menos constante a la hora de aplicarlo.
Debemos tener en cuenta que en algunas de las profesiones actuales hay personas que deben estar de pie durante 8 o más horas. Y no sólo esto, hay jornadas extenuantes en las que se debe caminar de un lugar a otro. Al final del día, sentimos como si todo el calor y el cansancio de esas horas recayeran en un solo punto: los pies.
Por eso, vale la pena cuidarlos de la misma forma en que cuidamos otras partes del cuerpo.
¿Cómo hacer un buen masaje en los pies?
Lo ideal es que lo hagas cada día al llegar a casa o antes de dormir. Verás que resulta muy placentero y relajante. Asimismo, notarás la diferencia al día siguiente, sintiéndote mejor y sin tanto cansancio.
- Primero se deben introducir los pies en agua tibia y dejarlos reposar durante unos 10 minutos. El agua tibia es esencial para estimular la circulación en los pies y, además, funciona como un buen calmante.
- A continuación es importante secarlos muy bien con una toalla suave sin hacer movimientos muy bruscos. Si el masaje es para otra persona, pon una toalla debajo de sus pies e inclínalos hacia tu posición. Si el masaje es para ti, debes sentarte en una silla donde te sientas cómodo.
- Aplica un poco de aceite o crema en tus manos. Frota bien el producto entre ellas. De esta manera conseguirás que se caliente un poco antes de utilizarlo en los pies.
- Empieza a masajear uno de los pies. Acaricia la parte superior del pie de manera sutil. La dirección adecuada para realizar una buena práctica es partir desde los dedos hacia el tobillo. Después, baja a acariciar la planta del pie. Comienza con caricias suaves y ve aumentando la presión poco a poco.
- Después, continúa haciendo movimientos en forma de círculo, en la planta del pie, con la ayuda de los pulgares de tus manos. Lo ideal es ir desde el empeine (parte superior) hacia abajo. Así, la mayor presión se debe centrar en las zonas más duras, en especial en el talón.
- Sostén el pie con una mano y, con la otra, haz que este gire hacia la izquierda y hacia la derecha. Realiza este movimiento repetidas veces en ambos sentidos. Es recomendable hacer el movimiento unas 4 o 5 veces en cada dirección.
- Sujeta el pie con una mano y vuelve a masajearlo con la otra. Utiliza la yema de tus dedos. Empieza por el dedo gordo hasta llegar al meñique. Empieza en la raíz de cada dedo y aplica una presión muy leve hasta llegar a la punta. Es importante que lo hagas de forma suave.
- Cuando termines de acariciar todos tus dedos, vuelve a masajear un poco la parte superior y la planta del pie.
- Retira el exceso de aceite o crema con una toalla húmeda o, si lo deseas, puedes introducirlos de nuevo en agua tibia para finalizar el masaje.
- Repite el proceso en el otro pie.
Existen muchas causas para que sintamos los pies pesados o cansados, entre ellas podemos mencionar:
- Problemas vasculares, tanto del retorno venoso como del sistema linfático, estas afectaciones del retorno de sangre venosa o linfa a las vías centrales.
- Mala alimentación.
- Uso de zapatos inadecuados.
Consejos para evitar la sobrecarga en tus pies
Aumenta tu nivel de actividad física
La actividad física moderada es esencial para mejorar el retorno venoso y linfático, ya que las contracciones musculares aportan un empuje hacia arriba facilitando así la labor de las válvulas que frenan y van llevando de vuelta la sangre y el líquido linfático.
Come sano
Una buena alimentación es esencial para nuestro organismo en todos los aspectos. Una dieta alta en grasas y sales dificultará la función venosa y linfática reteniendo líquidos y sobrecargando el sistema de elementos pesados.
Usa el calzado adecuado para tus pies
El uso acostumbrado de zapatos inadecuados no solo cansa a tus pies, sino que además puede deformidades a largo plazo, como el acortamiento de gemelos y sóleo por el uso de altos tacones o la facilitación de un hallux valgus por unos zapatos estrechos. Tu pie tiene ciertas características y un buen calzado disminuirá la sensación de cansancio.