Muchas veces se habla del “reuma” o “reumatismo” como si fuese una patología en concreto, pero lo cierto es que es un concepto que agrupa diversas enfermedades que afectan al aparato locomotor. Las más conocidas son la artritis y la artrosis, aunque hay más de 250 tipos diferentes. Son enfermedades muy prevalentes: en España, 1 de cada 4 personas de más de 20 años dice haber acudido (o pedido cita) a algún médico y haber tomado algún medicamento durante un mes o más en el último año por algún problema de huesos o articulaciones.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LAS ENFERMEDADES REUMÁTICAS?

Las enfermedades reumáticas pueden afectar a las articulaciones, los músculos, los huesos o los tendones, así como a otras estructuras del aparato locomotor. Los síntomas principales son los siguientes:

  • Dolor. Es el síntoma más recurrente. La localización dependerá del tipo de enfermedad reumática que se padezca, por ejemplo, si están afectadas las articulaciones se sentirá dolor en las rodillas o en las manos. Puede ser que aparezca sólo en momentos concretos, sobre todo cuando se usan mucho las zonas del cuerpo afectadas, pero también puede tratarse de una sensación persistente que llegue incluso a impedir el sueño de quienes la sufran.
  • Rigidez o entumecimiento. El dolor puede ir acompañado de rigidez y entumecimiento, sobre todo cuando empiezas a mover la parte del cuerpo afectada (rigidez matutina), y suele remitir cuando ha pasado un tiempo.
  • Pinchazos. A veces el dolor puede ser en forma de pinchazos, ya sean aislados o intermitentes.
  • Pesadez y cansancio. El cansancio puede ser localizado, es decir, que te duela sólo una parte del cuerpo en concreto, o general.
  • Hinchazón o tumefacción en las articulaciones. Es muy frecuente que, cuando la enfermedad reumática afecta a las articulaciones, haya una inflamación en las zonas afectadas. Esto se debe a una acumulación de líquido sinovial en la cavidad auricular.
  • Otros síntomas: También pueden producirse alteraciones en otros órganos (manifestaciones extraarticulares), pérdida de apetito, pérdida de peso o fiebre.

Si se siente dolor en articulaciones (o músculos, tendones…), hay inflamación en la zona dolorida o se nota una pérdida de fuerza, es importante acudir al médico. Muchas veces son los propios médicos de atención primaria los que diagnostican la enfermedad, pero el especialista en este caso es el reumatólogo.

TIPOS DE ENFERMEDADES REUMÁTICAS

Hay enfermedades que todos relacionamos fácilmente con el reumatismo, como la artritis reumatoide, pero existen otras muchas que no solemos asociar. A continuación, detallamos algunas de las más frecuentes:

  • Artritis reumatoide: Se trata de una inflamación crónica en el tejido que recubre el interior de las articulaciones (membrana sinovial). Se caracteriza por causar dolor que no mejora con el descanso, hinchazón y rigidez, sobre todo por las mañanas.
  • Artrosis: Aunque a menudo se confunde con la artritis, se trata de una enfermedad muy distinta. En este caso, el tejido afectado es el cartílago articular, que se lesiona por desgaste y produce dolor con el movimiento que mejora con el descanso.
  • Osteoporosis: Sí, la osteoporosis es un tipo de enfermedad reumática, pues los huesos forman parte del aparato locomotor. Esta enfermedad se caracteriza por la disminución de la densidad ósea, dando lugar a una mayor fragilidad en los huesos.
  • Miopatías: Las miopatías están causadas por anomalías en los músculos y provocan dolor muscular y limitación funcional.
  • Lupus eritematoso sistémico: Es un tipo de lupus que puede afectar a muchos órganos. Es una enfermedad autoinmune, crónica y que se manifiesta en forma de brotes. Las estructuras más afectadas suelen ser la piel y las articulaciones.
  • Esclerosis sistémica: Como el lupus, también es autoinmune y crónica. Hay una alteración en el colágeno, una sustancia proteica que da soporte a los órganos y tejidos del organismo. Los síntomas son el endurecimiento de la piel y los órganos que estén afectados.
  • Fibromialgia: Es una enfermedad de origen desconocido en la que se siente fatiga y dolor generalizado sin que haya ninguna lesión produciéndolo.

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