El dengue es una enfermedad transmitida por mosquitos, y ocurre en zonas tropicales y subtropicales del mundo. El dengue leve puede ocasionar fiebre alta y síntomas similares a la gripe. Una forma grave del dengue, también llamada «fiebre hemorrágica del dengue», puede ocasionar sangrado intenso, descenso repentino de la presión arterial (choque) y la muerte.

Millones de casos de infección por dengue ocurren anualmente en todo el mundo. El dengue es más frecuente en el sudeste asiático, las islas del Pacífico occidental, América Latina y África. Pero la enfermedad se ha propagado a nuevas zonas, incluidos los brotes locales en Europa y el sudeste de Estados Unidos.

Los investigadores están trabajando en vacunas contra el dengue. Por el momento, en las zonas en las que el dengue es común, las mejores formas de prevenir la infección son evitar las picaduras de mosquitos y tomar medidas para reducir la población de mosquitos.

Síntomas

Muchas personas no tienen ningún signo ni síntoma de una infección por dengue.

Es posible que cuando se presenten los síntomas se los confunda con otras enfermedades, como la gripe. Suelen comenzar de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado.

La fiebre del dengue causa una fiebre alta de 104 grados Fahrenheit (40 grados Celsius) y cualquiera de los siguientes signos y síntomas:

  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares, óseos o articulares
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor detrás de los ojos
  • Glándulas inflamadas
  • Sarpullido

La mayoría de las personas se recupera en aproximadamente una semana. En algunos casos, los síntomas empeoran y pueden ser mortales. Esto se llama dengue grave, fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de choque del dengue.

El dengue grave ocurre cuando los vasos sanguíneos se dañan y tienen fugas, y cuando disminuye la cantidad de células formadoras de coágulos (plaquetas) en el torrente sanguíneo. Esto puede llevar a un estado de choque, sangrado interno, insuficiencia orgánica e incluso la muerte.

Los signos de advertencia de la fiebre del dengue grave, que es una emergencia que pone en riesgo la vida, pueden presentarse rápidamente. Los signos de advertencia suelen comenzar uno o dos días después de que la fiebre desaparece y pueden incluir lo siguiente:

  • Dolor intenso de estómago
  • Vómitos persistentes
  • Sangrado de las encías o la nariz
  • Sangre en la orina, las heces o los vómitos
  • Sangrado debajo de la piel, que podría tener el aspecto de un moretón (hematoma)
  • Dificultad para respirar o respiración rápida
  • Fatiga
  • Irritabilidad o inquietud

Causas

La fiebre del dengue es causada por cualquiera de los cuatro virus del dengue. No se puede contraer la fiebre del dengue por estar cerca de una persona infectada. En cambio, la fiebre del dengue se transmite a través de las picaduras de mosquitos.

Los dos tipos de mosquitos que más a menudo propagan el virus del dengue son comunes dentro de las viviendas humanas y en sus alrededores. Cuando un mosquito pica a una persona infectada con un virus del dengue, el virus ingresa al mosquito. Luego, cuando el mosquito infectado pica a otra persona, el virus ingresa en el torrente sanguíneo de la persona y causa una infección.

Cuando te recuperes de la fiebre del dengue, tendrás inmunidad a largo plazo al tipo de virus que te infectó, pero no a los otros tres tipos de virus de la fiebre del dengue. Esto significa que puedes volver a infectarte en el futuro por uno de los otros tres tipos de virus. El riesgo de desarrollar fiebre del dengue grave aumenta si tienes fiebre del dengue por segunda, tercera o cuarta vez.

Factores de riesgo

Corres mayor riesgo de contraer el dengue o una forma más grave de la enfermedad si:

  • Vives en regiones tropicales o viajas a ellas. Estar en regiones tropicales y subtropicales aumenta el riesgo de exposición al virus que causa el dengue. Entre las zonas de mayor riesgo se encuentran el sudeste asiático, las islas del Pacífico occidental, América Latina y África.
  • Ya tuviste dengue. Una infección anterior por el virus del dengue aumenta el riesgo de padecer síntomas graves si vuelves a contraer la enfermedad.

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