Siempre nos hemos ocupado más de definirnos como “homo sapiens” (pensamiento) y después como “homo faber” (trabajo). ¡Pero el juego es esencial para la educación y el desarrollo de las personas! El holandés Johann Huizinga escribió un libro maravilloso titulado Homo ludens (1938) en el que defendía que el juego es la base de la cultura humana.
De hecho según él es la base de todas las culturas y lo olvidamos porque a medida que la cultura evoluciona y se va complicando va relegando el juego a un papel secundario.
Hay muchos tipos de juego, pero uno de los que tiene más larga historia son los juegos de mesa. Es el tipo de juego al que más tiempo ha jugado la humanidad y no es casualidad: es también el que más refuerza los lazos entre personas y es uno de los juegos con más beneficios para el desarrollo infantil.
Beneficios de los juegos de mesa
1. Entrenamiento cognitivo
La primera de ellas, la capacidad cognitiva, se desarrolla porque, ponemos en práctica razonamiento, capacidad de decisión, de estrategia, cálculo mental, vocabulario, memoria… dependiendo del juego.
2. Gestión de emociones
La capacidad afectiva se desarrolla con este tipo de juegos porque aprendemos unos de los otros, vemos cómo nos tomamos las cosas. La cantidad de emociones a compartir es grandísima, desde la alegría cuando ganamos hasta la frustración de la derrota.
Es importante no privar a los niños de frustrarse, porque así es como aprenden a perder. La mayoría de juegos son competitivos, pero si se les guía bien, la competitividad sana puede desembocar en un crecimiento positivo. Jugando, poco a poco, veremos que cosas aparentemente tan sencillas como esperar el turno, participar cuando toca o guardar silencio, nos enseñan a gestionar emociones.
3. Habilidades sociales
El impacto sobre nuestras habilidades sociales está claro: pasamos tiempo con los otros, aprendemos a escucharlos, a empatizar y a comunicarnos.
4. Mejora psicomotriz
La mejora de nuestra capacidad psicomotriz a través de los juegos de mesa puede parecernos menos evidente y habitual a los adultos. La ponemos en marcha en juegos que tienen que ver con la coordinación mano-ojo, estar atento y ser rápido.
Estos aprendizajes pueden ser útiles en prácticamente todas las etapas y ámbitos de la vida, motivo por el que cada vez más los juegos de mesa se están introduciendo también en las aulas. El aprendizaje basado en el juego (ABJ) es un método respaldado por profesores y psicopedagogos que poco a poco va ganando popularidad.
¡Pero lo mejor de todo es la diversión que ofrece! Juega por jugar con los más pequeños, disfruta durante horas, olvida por un tiempo la intención pedagógica… y el fruto pedagógico llegará sin pensarlo como un maravilloso efecto secundario.