Entre sus múltiples beneficios, el dibujo nos ayuda a relajarnos tras el estrés de las actividades cotidianas y nos permite reencontrarnos y evadirnos de los problemas y las preocupaciones.

Para todos aquellos que creen que colorear dibujos es solamente una cosa de niños, a continuación les explicaremos cuáles son los sorprendentes beneficios de realizar de manera habitual esta divertida y agradable actividad.

Colorear dibujos puede convertirse en un remedio sorprendente y eficaz para lograr la relajación en ciertos momentos, ya que permite despejar la mente y enfocar la atención en detalles como: la forma, el color, y otros aspectos de la composición.

El colorista —como se llama a quien practica esta técnica— realiza una acción repetitiva que requiere que se viva y se disfrute con calma el momento. Por esta razón, al colorear puedes olvidarte de los problemas y “desconectarte del ruido” de las preocupaciones que nos producen ansiedad. Además, puedes olvidarte de las reglas; si bien lo ideal es pintar entre las líneas, no hay límites, puedes hacerlo a tu manera. Tienes total libertad para seleccionar los colores y el tiempo que inviertas coloreando dependerá solo de ti. Entre otras ventajas de esta actividad está el poder darte cuenta de cómo tu estado de ánimo cambia cada día. Lo descubrirás al momento de seleccionar la paleta de colores. Colorear te permitirá disfrutar de tomar decisiones sencillas y practicar la paciencia.

El ejercicio de colorear ha tenido desde hace tiempo una gran importancia en el ámbito de la rehabilitación cognitiva.

  • Personas con diversos tipos de demencia o enfermedades neurológicas, pueden beneficiarse de este ejercicio que mejora la coordinación psicomotriz, o la orientación espacial.
  • Es un ejercicio sencillo que induce a la persona en un estado de tranquilidad interior donde desarrollar procesos cognitivos básicos como la concentración en una tarea, la creatividad y la motivación.
  • Establece una conexión interior, donde la mente deja por un instante y en un segundo plano el medio exterior, para quedar suspendida en esa dimensión personal donde armonizar sensaciones a través del color, donde aliviar la ansiedad o el estrés.
  • Niños con distintos tipos de necesidades y deficiencias, pueden beneficiarse, por ejemplo, del ejercicio de colorear mandalas, una tarea ya muy asentada a nivel psicopedagógico.

Podemos encontrar libros específicos para colorear o bien descargarnos dibujos de todo tipo por Internet. De cualquier modo, también podemos optar por los mandalas.

¿Qué son los mandalas?

Los mandalas, que en sánscrito significa ‘círculo sagrado’, son unos círculos u otras figuras con todo tipo de formas geométricas. Cabe destacar que proceden de las culturas hinduista y budista. Según explica la tradición, estas formas representan el equilibrio del universo y, en ellas, nos reflejamos también nosotros a la hora de elegirlas y pintarlas.

Tanto los mandalas, como cualquier tipo de dibujo para colorear, podrían ayudarnos a potenciar nuestra creatividad. Esta es una capacidad que todos tenemos y que, por desgracia, solemos dejar aparcada con la edad. Es fundamental realizar actividades creativas de manera habitual para vivir con serenidad y alegría.

Beneficios de Colorear Mandalas

El colorear mandalas es una herramienta fantástica que trae muchísimos beneficios a nuestra vida. Veamos algunos de los más importantes:

  • Mandalas en la arterapia: Carl Jung, un importante y famoso psicoanalista, en los años 1900, exploró los efectos psicológicos de los mandalas y trabajo con estos en su terapia. El creía que el mandala representaba la totalidad del ser, y esto le permitía a sus pacientes descifrar sus pensamientos inconscientes, sueños y deseos. Ayudandolos así a resolver traumas del pasado y conflictos del momento.
  • Mandalas para liberar el estrés y manejar emociones. Los mandalas también tienen efectos sanadores en las personas, especialmente aquellas que sufren de estrés, ansiedad, fatiga, depresión. Cuando coloreamos formas geométricas complejas, ambos hemisferios cerebrales, tanto el izquierdo como el derecho, se activan. El hemisferio izquierdo se centra en los detalles de los patrones y formas, mientras que el hemisferio derecho tiene acceso a nuestro yo interno y nuestros más grandes deseos y los traslada a la página a través de la expresión creativa.
  • Mandalas como práctica de meditación. Cuando pensamos en meditación, lo primero que viene a nuestra mente es estar sentados en completo silencio y a oscuras. Pero practicar meditación puede también involucrar el movimiento. Algunos ejemplos son yoga, tai chi y colorear. Colorear mandalas nos ayuda a alcanzar un estado de meditación mientras suspendemos el dialogo interno y nos enfocamos en estar presentes, mientras pintamos cada patrón, cada forma, cada capa con distintos colores.

No obstante, recomendamos siempre dejarnos guiar por la propia intuición y permitirnos la libertad de colorear según nuestras preferencias espontáneas. Esa es la principal ventaja de esta sorprendente y placentera terapia que, una vez probemos, no querremos dejar de hacer.

Nota: esta terapia no sustituye la opción una terapia formal recomendada por un profesional de la psicología. En todo caso, podría considerarse un complemento. 

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