Disminuir el tiempo que pasamos frente a las pantallas nos ayuda a ser más productivos, a tener más tiempo libre y a mejorar nuestra salud.
Hoy en día nos mantenemos practicante conectados todo el tiempo. Estamos siempre al frente de un aparato y especialmente de aquellos con pantallas. Y es que es muy difícil no pasar el día completo inmerso en aparatos tecnológicos, pues siempre tenemos uno, o varios, al alcance de nuestras manos. Llámalo como quieras: computador, teléfono, televisor o hasta relojes inteligentes.
Y es que aunque la disculpa es que necesitamos de la tecnología para estar siempre conectados, más cuando trabajamos a distancia o de manera remota, estos hábitos o comportamientos no solo reducen nuestra productividad, sino que también pueden llegar a afectar de manera negativa nuestra salud, tanto física como mental. Y esto sí que es un problema del cual no muchos somos conscientes.
Estudios científicos han encontrado que los bajos niveles de felicidad, e incluso algunos niveles de depresión, pueden estar asociados con un alto uso del celular, el cuál podríamos decir que es el rey de los reyes en el mundo de las pantallas que tenemos a nuestro alcance. Y, además, que los sentimientos de soledad y negatividad tienen mucho que ver con altos consumos de redes sociales, un medio mayormente consumido en teléfonos inteligentes. Por esto es que desde hace mucho tiempo les hemos venido recomendado que empiecen su día lejos de las redes sociales.
Inclusive, algunos estudios han demostrado que en ciertas personas el alto uso de las pantallas, especialmente en los momentos previos a acostarse, impacta de manera negativa la cantidad y la calidad de sueño que tienen, debido al aumento de la ansiedad y estrés que esto les genera.
Por ello, hoy les traemos estas seis recomendaciones para que pongan en práctica y logren así disminuir su tiempo al frente de las pantallas, obteniendo como resultado una mayor productividad, una mayor cantidad de tiempo disponible para realizar otras actividades y una mejora notoria en su salud física y mental.
1. Establece un horario
Hace algunos meses les explicábamos por qué consideramos que Internet es como un agujero negro. Sin embargo, no es solo Internet el que nos traga y nos consume nuestro tiempo sin darnos cuenta. En realidad, cualquier actividad que realizamos en frente a una pantalla es un agujero negro para nuestro tiempo, al menos en potencia.
Define entonces en qué momento del día vas a usar cada tipo de pantalla y cuál es el tiempo máximo que le quieres dedicar. Está bien mirar redes sociales, pero decide no hacerlo en horas de alta productividad ni cuando estés trabajando. Siéntante a ver uno o dos capítulos de una serie, pero no dejes que la temporada completa te consuma de un solo envión. Chatea con tus amigos, pero no dejes que el tiempo en familia se te pase sin hablar ni compartir realmente con ellos.
2. Crea zonas libre de pantallas
Define lugares de tu casa o momentos del día en los cuales no vas a acercarte a las pantallas. Establece estos espacios o situaciones en las cuales no vas a permitir que la pantallas se interpongan entre ti y otra actividad que estés haciendo.
Por ejemplo, evita mirar el celular, el reloj inteligente o la televisión mientras tomas las comidas. Estos son mementos que debemos disfrutar a plena consciencia y compartir con las personas con las que vivimos. Si simplemente nos sentamos frente a una de estas pantallas mientras comemos, vamos a perdernos de cosas maravillosas. Así vivamos solos.
Igualmente, evita entrar al baño con tu teléfono. Regálate esos cinco minutos para ti. Relájate, desconéctate, vive tu privacidad con tranquilidad.
Otros momentos en los que debes evitar mirar otras pantallas son cuando lees, cuando escuchas música e, incluso, cuando ves televisión. Si tienes la televisión prendida pero te centras en tus redes sociales, no vas a disfrutar ni a consumir plenamente ninguna de las dos. Esa falsa sensación de estar siendo muy productivo porque haces dos cosas al tiempo es mera ilusión.
3. Evita la tecnología antes de acostarte
En nuestro último post de este blog, en el que hablamos sobre cómo debe ser la rutina antes de acostarse, ya les habíamos sugerido apagar todas las pantallas con antelación al momento de dormir. Y de nuevo esta recomendación nos obliga a que la recordemos como una de las mejores estrategias para reducir el tiempo frente a las pantallas.
Y es que lo más recomendable es que media hora antes de acostarte apagues todos los apartaos electrónicos. Aléjalos de ti. Déjalos incluso fuera de tu cuarto. Esto te ayudará a conciliar el sueño más rápidamente y a alcanzar mayores niveles de descanso con un sueño más reparador. Está comprobado que el estímulo de la luminosidad de las pantallas le envía a nuestro cerebro mensajes confusos que pueden alterar nuestros ciclo circadiano.
De manera que aprovecha los últimos minutos del día para realizar una rutina de relajación, un cuidado facial, leer, reflexionar sobre la jornada que termina o, simplemente, planear la que viene.
4. Fíjate límites
Así como les hemos hablado de la importancia de fijarle tiempo a las tareas, a las actividades que realizamos en frente de las pantallas y a su uso como tal también se los debemos marcar.
El problema con las pantallas es que siempre sabemos cuándo empezamos o nos enfrentamos a ellas, pero nunca, o casi nunca, cuando terminamos ni, mucho menos, cuánto tiempo tardamos ahí frente a ella, pegados, sin darnos cuenta de cómo pasan los minutos.
Establece entonces cuánto tiempo quieres dedicar a cada aparato, a cada tipo de actividad y a cada aplicación. Usa una bitácora para llevar un registro del tiempo que dedicas y evalúalo con regularidad. O mejor aún, descarga una aplicación que te ayude a controlarlo como Appblock, FocusMe, Spyzie, Stay on Task, App Detox. Algunas de ellas funcionan tanto en computadores como en teléfonos y dispositivos móviles.
5. Realiza desintoxicaciones tecnológicas
Nuestro organismo siempre nos agradecerá una desintoxicación tecnológica. Y es que así como nos purgamos con frecuencia o nos desintoxicamos de ciertos tipos de alimentos con regularidad, debemos hacer lo mismo con las pantallas y su consumo.
Practícalo por periodos cortos o por periodos más largos. Puede ser simplemente una hora, una noche o llevarlo a un día, un fin de semana o una semana completa. Depende del gusto y las necesidades de cada quién.
Una de las formas más fáciles y prácticas de hacerlo, sin tanta radicalidad, es cambiando las actividades que pueden realizarse tanto de manera digital como física, como leer noticias y libros o jugar, del plano virtual al plano real.
Otra forma es tomando la decisión de liberarse de las pantallas por un fin de semana o un par de noches fijas cada semana. Pero para que te funcione, debes establecer una serie de actividades que puedes hacer para que te mantenga entretenido y alejado de las mismas. Por ejemplo jugar en familia, tomarte una copa de vino mientras escuchas música, cocinar, hacer ejercicio, armar un rompecabezas o emprender un nuevo proyecto.
6. Mantente activo
Finalmente, una de las mejores formas de alejarnos de las pantallas es saliendo a caminar, haciendo deporte y, en general, alejándonos de las sillas y los sofás. Pues mantenernos activos nos ayuda a depender menos de la tecnología. Además que ayuda a mejorar nuestra salud física y mental. Ten en cuenta que estar pegado de las pantallas aumenta la probabilidad de que sufras de dolores de cuello y espalda.
Igual, si no quieres o puedes salir, establece tus rutinas para activarte y realizar ejercicio en casa y descarga listas musicales para practicar yoga, bailar, saltar la cuerda, estirar los músculos o hasta para realizar aeróbicos. Todos ellos te servirán para evitar mirar tu celular.
Implementa bien sea uno de estos tips o una combinación de los que más te gustan. Si los aplicas todo mucho mejor, pero no es necesario. Verás cómo empiezas a percibir los beneficios de reducir tu tiempo en pantalla desde el primer momento.